lunes, julio 23, 2007

Costumbres argentinas

Casi todos los argentinos tenemos una costumbre: leemos Clarín (EL periódico argentino) desde la ultima página, la de los chistes. Y yo, personalmente, tenia una costumbre particular: leía esa ultima pagina empezando por Matías y yo, bajaba, leyendo cada una de las tiras (Clemente, Diogenes, Y ríase la gente), y volvía a subir por la otra columna. Dejaba para el final el recuadro superior izquierdo, algo absolutamente impensable para cualquier lector occidental (esto de leer de izquierda a derecha no ayuda mucho a hacerlo)... Pero ahí estaba lo mejor del día: el chiste del Negro Fontanarrosa. En ese pequeño recuadro se condensaba parte de la realidad del mundo, teniendo un efecto instantáneo: una sonrisa, siempre acompañada de una reflexión...

Amigos, no se preocupen. No voy a intentar explicarles quien fue Fontanarrosa. No soy tan tonto. Los visitantes argentinos ya lo saben de sobra. Con los otros parroquianos, ni lo intento: es difícil de entender la gran importancia que puede tener alguien que dibuja chistes en la cultura de un país.

Se fue un grande. Inodoro Pereyra, Mendieta, la Eulogia, Boogie, quedaron huerfanos. En realidad, los argentinos nos quedamos solos...

Por eso quiero cerrar este post con una de sus frases mas representativas. La repetía Inodoro Pereyra, cada vez que le preguntaban como estaba: Mal, pero acostumbrado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se fue un grande... y fue despedido como tal en su Rosario natal... lugar que no abandonó cuando su tarea requería que viviera en la gran urbe "Capital Federal".
Lamentablemente estaba muy mal... pero acostumbrado!!!!
Y como todo grande, despidámoslo de pie
Carla