Los 7 de abril son, desde hace 11 años, un día muy duro para mi...
Pero el de ayer lo fue aún mas... Casi como un chiste del destino, se nos fue la Tere...
Era de ese tipo de personas que dejan marca: amor u odio, no había término medio... Ya sea en las aulas o en la municipalidad, nadie quedaba indiferente...
Con la vieja eran un equipo fenomenal: juntaban trabajo y amistad. Pero, sobre todo, pasión por la docencia, su vocación.
Empiezo a sospechar que Dios debe estar por abrir una escuela por ahí arriba: ya van tres de las mejores maestras que conozco que convoca a sus aulas...
:(